lunes, 28 de mayo de 2012

XXXIV Media Maratón de Coslada

Ha costado, pero Coslada un año más ha sacado adelante su media maratón, una prueba veterana que cumplía su edición nº 34. Así que seré indulgente y no me quejaré de nada. Bueno, sólo podría quejarme del circuito, pero no lo voy a hacer. En 2003 ya la había corrido (cómo pasa el tiempo...) en lo que constituía mi segunda media, así que recordaba los continuos toboganes que siempre la han caracterizado. Sin embargo, no recordaba que además hubiera dos cuestas tan exigentes como las que me he encontrado; creo que han cambiado el recorrido desde entonces. Pero he prometido no quejarme...

La crisis "ya casi eterna" que vivimos ha hecho desaparecer diferentes carreras, algunas significativas. Pero también aparecen nuevas constantemente, lo que puede resultar paradójico; aunque quizá no extraño si miramos el incremento de corredores.  Las que se basaban principalmente en aportaciones públicas lo han pasado fatal (y eran muchas); pero hay que buscar nuevas ideas, poner en marcha medidas: algún euro que subo a la inscripción (aunque sin pasarse), desaparecen premios en metálico (adiós marroquíes con marcas estratosféricas), que mengüe un poco la bolsa del corredor... y mucha ilusión y trabajo de los que organizan esas carreras.

Existe últimamente una tendencia a considerar a los organizadores de una prueba como aprovechados que buscan obtener ganancias a costa de "nuestra afición". Esto quizá pueda aplicarse a un número escaso de carreras o a alguna empresa de celebración de eventos deportivos (no son ONG's), pero en la mayoría de los casos esa opinión dista de corresponderse con la realidad. En la organización de cualquiera de estos eventos hay mucho más: hace unos meses, tras cruzar la línea de meta, hablé con uno de los organizadores veteranos de una prueba que había pasado por múltiples problemas para salir adelante y le di las gracias por su esfuerzo y empeño en sacarla adelante. No pudo evitar las lágrimas. Un hombre de más de 60 años llorando ante mí por el simple hecho de haberle agradecido su trabajo en la sombra.
Foto de la salida: primer tobogán

La MM de Coslada ha vivido algo similar. Que yo recuerde, se celebraba en marzo y nunca había tenido mucho tirón. Por el recorrido y por coincidir en tiempo con otras carreras más frecuentadas para ir preparando Mapoma (ahora Rock'n'Roll Maratón). Este año, por la red empezó a circular el rumor de que no se celebraba. La carrera venía siendo organizada por el Ayto. con la colaboración de la Unión Atlética Coslada (o, al menos, eso se me explicó). Creo que en abril se anunció que finalmente sí se iba a realizar: el club era ahora el que se hacía cargo y el que pasaba a colaborar era el Consistorio. Se retrasaba la fecha hasta finales de mayo para dar un poco de tiempo.

Así llegábamos al día de hoy. Quizá por estos problemas, quizá por la fecha tardía (algunos agradeceríamos que hubiera todos los meses carreras para elegir) o por el duro perfil que ahuyenta a los buscadores de marca... 350 corredores. Y eso que era el campeonato de Madrid por clubes absoluto e individual de veteranos. Como (casi) siempre: si la mitad de la gente que ha criticado se hubiera acercado hoy a correr... creo que la organización lo merecía: muchísima policía controlando bien el tráfico, muchísimos voluntarios, meta junto a pabellón con fisioterapia y duchas, buen avituallamiento final, etc.
Altimetría de la prueba

Coslada es una ciudad dormitorio, así que no se puede esperar mucho del recorrido en cuanto a atractivo; otras localidades similares pueden vender un circuito rápido (tipo Getafe), pero aquí sería imposible. El actual lo podemos dividir en 3 partes de unos 7 kms. La primera recorre el centro de la localidad; al paso por la zona de salida/meta nos alejamos para pasar por una zona de más reciente creación  y, al volver a pasar por ese punto  repetimos la primera parte. Como ejemplo, la carrera comienza 100 mts en descenso, subes otros tantos, bajas 50, subes 100 más y a descender 150 (primer medio kilómetro) para desde ahí afrontar 600 de subida. Llano, llano... no sé si llega a haber más de 200 mts seguidos. Y no estoy exagerando. Es todo así, un continuo tobogán. En el segundo sector, como dije al principio, se concentran 2 cuestas exigentes: la primera pasado el km 7 y la segunda tras el avituallamiento del 10 (y que con dos pequeños descansos tiene una longitud de unos 1.300 mts). Y a continuación un descenso de más de1 km para recuperar. Y el resto toboganes. Recuerdo que hace dos semanas fue lo mismo pero en trail en San Martín de Valdeiglesias. 

Es una descripción, no una queja. La organización había puesto temprano la salida, a las 9 de la mañana. Un acierto, porque aunque no ha sido un día especialmente caluroso sí hemos superado pronto los 20 grados. Por contra, tocaba madrugar. Mi "organismo-despertador" hace que esté alerta antes de que suene cualquier alarma, así que la primera vez que abro los ojos miro el reloj y... las 4:15. Ya no me vuelvo a dormir y poco después de las 5:00 me levanto. Un té y antes de las 6 en marcha, con previo paso por Valdemoro para recoger el dorsal que tiene Santi.

En cuanto a mi carrera, pues rápida para mis posibilidades pero cómoda; o cómoda pero ligera. El sábado están los 50 kms del ultra-trail y no es cuestión de forzar. Pero ya que hemos venido, que tampoco sea un paseo. Así que voy controlando en los primeros kms, me encuentro bastante bien en las subidas fuertes y en el 12 o así dejo de mirar el reloj, aunque sé que voy bastante bien porque no me pasa nadie y yo de vez en cuando rebaso a algún corredor. Llego sin forzar en exceso (las últimas cuestas km 20 y una más llevadera que acaba en el 21 ya se notan) marcando 1h27'49" netos. Muy aceptable para el recorrido que es. Como hay 2 clasificaciones, una para los del campeonato (sobre 50 personas) y otra para el resto (250 aproximadamente), en esta última quedo en el puesto 17. Anecdótico. Por cierto, para el circuito que es no se debería cerrar el control en 2h15'.

Como siempre que hago alguna carrera antes de un maratón (en este caso 50 kms), debería habérmela tomado con más tranquilidad. No sé si acabaré pagándolo, pero confianza sí me da. Como había poca gente: ducha, masaje (con un fisio que se venga de las maldades que le pudiera haber hecho en otra vida) y 160 kms de vuelta para comer en casa. Espero que esta prueba siga disputándose y que la gente se anime a venir hasta aquí. Quizá deberían venderla como una de las más duras (San Lorenzo de El Escorial lo hace así y es a mediados de junio) o incluir otra distancia más corta paralela. La opción de que la crisis se disipe de una vez por todas la veo, desgraciadamente, más difícil...

lunes, 21 de mayo de 2012

Media Maratón de Almagro

Tercera vez que participaba en esta carrera, otra de esas pruebas que por una razón u otra nunca había terminado como me hubiera gustado,aunque el reloj pudiera sugerir lo contrario, y cuyos agravios en este año de (des)gracia de 2012 estoy intentado subsanar. Primero fue Fuencarral-El Pardo, luego el Maratón de Madrid y ahora esta nueva media. No es que me tuviera que quitar un peso de encima con alguna de ellas, pero sí quería hacerlas disfrutando: desde el principio hasta el final.

Con algún que otro problemilla, el Almagro Trotón Club ha vuelto a sacar adelante una nueva edición, la octava ya, de su media maratón. Una carrera modesta en cuanto a número de participantes; a pesar de que este año ha batido récord, no ha llegado a 600. Muy llana, tiene la peculiaridad de contar con al menos cuatro superficies sobre las que correr: asfalto, tierra, adoquín y baldosa/piedra. Para completar los 21,097 kms hay que dar una vuelta reducida a un circuito (algo menos de 3 kms) y completar el mismo en otras dos ocasiones (algo más de 9 kms). Ese circuito es mayoritariamente urbano pero cuenta también con unos 2,5 kms por caminos: una parte de asfalto  y otra de tierra (que ha visto reducida su superficie respecto a la última edición en la que participé).

Aparte de por su producto estrella gastronómico, la berenjena (de la que mi amigo Santi dio buena cuenta tras la carrera, consiguiendo una velocidad de movimiento mandibular que ya quisiera para sus piernas en carrera) y por sus encajes y blondas, Almagro es fundamentalmente conocida por el festival de teatro que se celebra en julio y por su extraordinario conjunto arquitectónico (civil y religioso). La carrera, pues, cuenta con el atractivo de pasar dos veces por la extraordinaria Plaza Mayor, de origen medieval pero reformada en el siglo XVI, por el Corral de Comedias, el Teatro Municipal, diferentes casas palaciegas, fachadas de conventos... e incluso por la casa donde Pedro Almodóvar grabó buena parte de Volver. Esta visita guiada a buena velocidad tiene el ligero inconveniente de que todo el suelo del casco antiguo está conformado por adoquín y piedra, lo que puede afectar muscularmente si se va escaso de fuerzas.

Llego al lugar de la carrera con mi amigo Ángel, que debutaba en media y que ha hecho un gran tiempo. Sólo un problema físico que le ha obligado a parar momentáneamente ha impedido que no fuera un estreno prodigioso, pues íbamos para poco más de 1h30'. Tras calentar, vemos a Santi y a Juanlu, con los que estamos hablando distentidamente cuando nos sorprende la salida. Con tan poca gente pronto recobramos el lugar adecuado y vamos marcando un buen ritmo, entre 4'15" y 4'20". La temperatura es ideal y sólo molesta el viento, así como la visión de alguna nube amenazante (que acabará descargando tras llegar a meta). Aunque llevo muchos kilómetros en las últimas semanas (con esta media he rematado una de 108), este es un ritmo al que no me desgasto apenas, algún segundo más lento que el normal de mis últimas maratones. Cuando volvemos a la localidad después del primer paso por los caminos, más allá del km 11, Ángel me dice que me vaya, que tiene que hacer una parada técnica. Dudo si esperarme pero por no parar, continúo. Acabará en 1h36'. En la siguiente estaremos en 1h30' si no por debajo.

Poco después hago el segundo paso por meta (de los 3 que se hacen) y al verme totalmente entero decido robarle algunos segundos a cada kilómetro, aunque sin forzar en ningún momento. La segunda vuelta completa la haré a ritmos que oscilan entre 4'05" (aire en contra) y 3'50" (aire a favor), aunque predominando por debajo de 4'. Desde luego, pasando a muchísima gente. La parte no urbana del recorrido que mi mente recordaba como larguísima (producto de no haberse dado la carrera como se desea en las dos ocasiones precedentes) y que puede hacerse pesada por el viento y porque en esta segunda vuelta tiene lugar entre los kms 17'5 y 20, esta vez me produce la sensación de incluso ser corta. Es lo que tiene correr a ritmos que dominas bien y no exprimirte.

Así que sin ninguna incidencia ni excesivo desgaste (ni nada mejor que contar) me planto en meta en 1h28'35" oficiales. Conversación rápida cortada por la lluvia con Santi y Juanlu y a casa. La semana que viene toca otra Media Maratón, la de Coslada, la segunda media que corrí y en la que voy a repetir 9 años después. Allí Santi me dirá si puede ir a la Trans Montes Blancos o no; de no hacerlo, yo no voy a ir solo. Así que esta carrera de 50 kms en autosufiencia la cambiaría por alguna otra prueba a celebrar en las semanas siguientes: o los 100 kms en 24 horas de Corricolari-Aire Libre (09-10 de Junio) o el MAM (Maratón Alpino de Madrid, 16 Junio).

De Guatemala a Guatepeor, como reza el dicho. O si no quieres té, toma 2 tazas. Para los 50 sí llevo un entreno más o menos competente, para las otras dos pruebas no. To be continued...

lunes, 14 de mayo de 2012

I Cross Alpino Trasierra

El fin de semana estaba plagado de carreras interesantes, aunque desde que supe del nacimiento de esta nueva prueba me decanté por la inscripción en la misma. Un trail de 22 kms que vendría bien como test para el ultra del 02 de Junio. Además, el calor "ayudó" a que el test se asemejara más  a las condiciones que podremos encontrar el día que toque afrontarlo. Así que tocaba madrugar y recorrer los 180 kms que separan Campo de Criptana de San Martín de Valdeiglesias, a través de "la ruta de los Castillos": Consuegra, Mascaraque, Maqueda, Escalona y el de la Coracera, este ya en la localidad donde se celebraba la carrera y en cuyo patio de armas (todo un lujo) se podía recoger el dorsal. El avituallamiento final y la entrega de premios también tuvo lugar a las puertas de este.

Sin embargo, todo el trayecto me venían a la cabeza los recuerdos de los algo más de dos años vividos en Manresa, cuando en un radio de 80 kms tenía carreras de este tipo (también de asfalto) prácticamente todos los fines de semana, y en algún caso más de una. Imagino que no se puede tener todo... aunque esperemos que vayan proliferando por estas latitudes. A veces soy optimista cuando pienso que hace 10 años el número de carreras (por ejemplo, en Ciudad Real o Cuenca) era limitadísimo y hoy en día ha crecido bastante.

La carrera era organizada por el club de atletismo local, Atletismo Valdeiglesias Martín Berlanas, llamado así en homenaje al que fue dos veces diploma olímpico en la prueba de 3.000 obstáculos y que se retiró hace unos 3 años. Eso no quita, por supuesto, que ayer corriera y sacara al segundo más de 7 minutos como quien no quiere la cosa. En líneas generales encontré la prueba muy interesante y espero que tenga la mejor de las suertes para el futuro, así como que incremente un poco la participación (tampoco que se masifique). Algo menos de 200 corredores apuntados y no llegaron a 140 los que terminaron la prueba (ignoro los que la empezaron y cuántas retiradas hubo).


La carrera es bastante llevadera, poco técnica  en subida y en bajada, sin grandes desniveles, rápida, toda ella prácticamente corrible aunque se ande en algún momento puntual (alguna cuestecita se las trae). Se recorre alguna pista forestal (sobre todo al principio y final) pero también mucho sendero. Este, sin embargo, no es intrincado como en otras pruebas, sino que suele ser lo suficientemente ancho como para correr con fuerza (si la conservas o alguna vez has tenido algo parecido a ella, claro está). Además, también tenemos una zona de "arena de playa" y durante buena parte del recorrido se corre entre arboledas. Si se repasa este párrafo, uno se da cuenta de que la carrera merece (y mucho) la pena. Es una carrera de baja montaña, cuyo punto más alto es 875 mts y el más bajo de 575, y con un desnivel aproximado de poco más de 900+. Eso sí, como advertía la imagen del perfil que había pasado la organización... no busques llano. Es un continuo tobogán: empezaba un descenso y a los 500 mts aparecía un repecho que no te dejaba recuperar.

A las diez de la mañana y ya con más de 20º se tomaba la salida. A los 100 metros se cogía la la primera cuesta que nos sacaba del pueblo y que, con algún breve descanso, nos llevaba más allá del km 2. Primera toma de contacto. Aquí, iniciábamos un sube-baja que nos llevaba al punto más alto de la carrera (cerca del km. 6) y por una pista descendíamos hasta el primer avituallamiento. Es otra de las características de la carrera: los descensos tampoco son técnicos, lo que a gente que baja con mucha precaución como yo cuando lo son, nos viene de maravilla. Tras repostar agua, volvemos a subir para afrontar un nuevo descenso; este caracterizado por incluir toboganes que van minando las fuerzas (se corre a acelerones). Aquí acaba la primera parte de la carrera, la más cómoda. Queda la parte con más subida.

Antes de afrontar esta, hay un par de kilómetros de transición, que no llegana reunir 50 metros llanos. Son entre el km 11 y 13 y se pasa por un pinar, se baja a orillas del río Alberche (inmediaciones del Pantano de San Juan) y se vuelve al pinar. Aquí hay algo menos de un kilómetro en el que se corre por arena similar a la de la playa, por lo que se hace costoso avanzar (es como si se portaran lastres). Algún corredor por delante, alguno por detrás, pero las posiciones desde el avituallamiento parecen estar definidas. Ganas me dan de bañarme en el río, que además marca "la frontera" entre las comunidades de Madrid y Castilla-León. La vista es preciosa y comienzo a pensar en Río Grande (o Río Bravo).

Poco después del km 13 afrontamos tres rampas que nos llevarán al km 19. La primera cuenta con cerca de 150+ en unos 700 metros. Me la tomo con filosofía, a mi ritmo, y haciendo toda la fuerza del mundo consigo hacerla de un tirón corriendo. Un mínimo descenso y una nueva zona de subidas y bajadas nos llevan al 15, donde se sitúa el segundo y último avituallamiento. Tras este se inicia la segunda rampa (100 + en 1 km, aproximadamente) y cuando concluye encontramos una bajada "tramposa", donde se intercalan breves subiditas que impiden recuperar. La tercera y última de las cuestas cuenta con casi 2,5 kms (para salvar un desnivel de 125+). Algún pequeño descanso nos ayuda, pero ya hemos salido de bosques y ahora el sol hace estragos (30 grados nos golpean); junto al cansancio acumulado, que no es poco. Los últimos metros no puedo mantener la carrera y debo ponerme a andar; parece una bendición, por cierto. 

Tras coronar, voluntarios me dicen que ya sólo queda bajar. No cuentan con los... exacto, toboganes que vuelven a aparecer. Así que vas dejándote llevar cuesta abajo y de pronto breve rampita que hace que la respiración vaya por un lado, las piernas por otro, la mente ya no responda... hasta que pronto pasamos al camino que nos lleva a la localidad, volviendo a repetir los primeros kms, ahora en sentido contrario. A pesar de todo lo que me pude quejar, es un terreno que me viene bien y perfiles que me gustan, pues puedo correr casi todo el tiempo. Esto se refleja en el crono en meta: 2h04'32" (que supone el puesto 22).

La organización habrá tomado nota de que es necesario, en previsión de un día como ayer, poner algún avituallamiento más. Aunque sólo sea líquido. También hay que decir que en algunos puntos hubo voluntarios que nos ofrecían bidones para refrescar, algunos de los cuales corrían junto a nosotros para que no tuviéramos que parar. Y vi coches con colaboradores llevar agua a algunos puntos de estos. Eso sí, muchos voluntarios y ruta muy bien marcada, con gente en los puntos más conflictivos. Incluso a un "maestro de la desorientación" como yo le resultó fácil de seguir. 

Tras finalizar, Santi y Juanlu que salen como cohetes y casi no puedo hablar con ellos. Así que recuperando algunas fuerzas en el completo avituallamiento final, charlo un poco con Alberto, Juan y algún compañero más, antes de meterme en el coche para volver a casa. Por supuesto, esta carrera merece repetirse. El otro pensamiento/conclusión es peor: lo que vamos a sufrir  en el Trail de Montes Blancos corriendo desde el inicio (una de la tarde) a una temperatura, como mínimo, igual que la de ayer al finalizar.

martes, 8 de mayo de 2012

Recordando al DREAM TEAM

Segunda semana de descanso tras el maratón de Madrid. Descanso en lo que respecta a carreras: había pocas cerca y de distancias cortas que no me aportan nada para el siguiente objetivo. Los primeros días fueron de recuperación del maratón y esta semana pasada ya hemos estado metiendo muchos kilómetros para llegar con el máximo fondo posible al ultra-trail del 2 de junio. A partir de este domingo volvemos a ponernos el dorsal, sin tener totalmente decidido si correremos 6 fines de semana seguidos o descansaremos el previo a la cita mencionada.

Así que hoy hablaremos de otra cosa. De deporte, pero de otro distinto; de un acontecimiento que se convirtió en leyenda. Que 2012 sea año olímpico y que se cumplan 20 años, ¡YA! (como cantaba Gardel, "que 20 años no es nada"), de Barcelona '92, me lleva a dedicar algunas palabras al DREAM TEAM. Por supuesto, al genuino e inigualable. Luego han surgido por doquier equipos de cualquier deporte a los que se le han asignado estas palabras; hasta el equipo que en cada barrio ganaba cualquier liguilla sin discusión ya se agenciaba el sobrenombre (y si cambiaban, para el post partido, el adjetivo por drink ya se creían los tipos más imaginativos del universo). Pero no, hoy hablaremos del único DREAM TEAM, de la selección de baloncesto de Estados Unidos en la olimpiada de Barcelona '92.


Hasta 1990 la camiseta de USA, en el deporte de la canasta, había estado defendida por jugadores no profesionales, procedentes de la liga universitaria. En realidad, como algunos otros deportistas, habían sido vetados durante mucho tiempo bajo el erróneo concepto de que eran "profesionales" mientras, sin embargo, sí se permitía que los jugadores de las ligas europeas (tan profesionales como lo podía ser la NBA, aunque cobraran menos) defendieran a sus países. En este sentido, era una vieja aspiración de los máximos dirigentes  olímpicos, encabezados por Samaranch, contar con los mejores deportistas en la cita olímpica. En 1988, por ejemplo, se aceptan a los tenistas profesionales y el tenis vuelve a ser deporte olímpico ( en Los Ángeles '84 había sido de exhibición), pudiendo presenciarse una final femenina entre Stefi Graff y Gabriela Sabatini. En hombres la participación no fue tan espectacular aunque acudieron grandes jugadores como Egberd (bronce) o Mecir (oro). En otros deportes, como el fútbol o el rugby, todavía se sigue dando vueltas al asunto.

El COI había levantado el veto, ahora faltaba la aprobación definitiva de la correspondiente federación. Finalmente, la FIBA haría lo mismo. Los propios estadounidenses también acabaron por presionar y es que los tiempos habían cambiado y ya eran varios los reveses que se les habían acumulado en uno de los deportes de los que eran los inventores; uno de "sus deportes". Los jugadores universitarios, cuya edad máxima solía ser de 22 años, ya no se bastaban para derrotar a otras selecciones más veteranas y curtidas en más batallas. El nivel del baloncesto europeo iba en aumento en todos los aspectos (técnico, físico, estratégico) y se iba acortando la diferencia con el estadounidense... aunque ese verano de 1992 íbamos a pensar lo contrario.
                                         Uno de los reveses. La derrota con Brasil

En 1972, en Munich, Estados Unidos perdía por vez primera el oro olímpico frente a la URSS: en plena guerra fría y con la famosa canasta de Belov. Que no recogieran la medalla y todavía se consideren campeones, así como que recuperaran el oro en Montreal y los boicots de los dos juegos siguientes habían enfriado aquel fracaso. El Campeonato del Mundo era algo diferente y no siempre acudían los mejores  jugadores universitarios, por lo que no ganarlo algunas ediciones no había constituido un drama. Pero a partir de 1986, tras ganar el CM celebrado en España, se iban a disparar los acontecimientos tras acumularse las derrotas en tres eventos consecutivos:

Juegos Panamericanos de 1987.- Celebrados en Indianápolis, suponían una piedra de toque de cara a los JJOO del año siguiente. Brasil daba la sorpresa en la final, remontando en una genial segunda parte, para ganar el oro por un 120-115. Era la gran Brasil de Oscar, los hermanos de Souza, Gerson, Israel...contra una USA en la que jugaban David Robinson, Manning o Rex Chapman. Robinson ya había sido elegido ese mismo año en el puesto nº 1 del draft, aunque tardaría 2 años más en incorporarse a la NBA debido a que la carrera en la Marina era de 6 años frente a los 4 convencionales.

Olimpiada de Seúl 1988.- Otra vez su gran enemigo, la URSS, les aparta del oro, esta vez en semifinales. Inolvidable ese Sabonis semi-cojo (convaleciente todavía de la lesión y que haría que físicamente nunca pudiera ser el mismo) plantando cara al mismísimo David Robinson. La selección de EEUU además de Robinson, con jugadores importantes como Manning, Richmond, Majerle o Stacey Augmont. Claro que se me saltan las lágrimas de pensar en sus oponentes: Kurtinaitis (que anotó 28 puntos), Homicius, Tarakanov, Volkov, Miglieniks, Sokk, Tikhonenko, Belostenny... ¡qué recuerdos!

Campeonato del Mundo de 1990.- Celebrado en Argentina, y cuando ya se había aprobado que en un futuro podrían jugar los miembros de la NBA, USA llegaba con una selección que tenía como buque insignia a Alonzo Mourning y a varios jugadores que no tendrían mucha suerte en su paso por el profesionalismo, quizá porque no reunían la calidad suficiente (también hubo casos especiales) tipo Gatling, Kenny Anderson u Owens;  incluso un muy joven Christian Laettner. Los problemas vinieron desde el primer día, cuando ganaron en la prórroga a Grecia. Ya en la segunda fase tuvieron problemas para derrotar a la Argentina del genial "Pichi" Campana y a Australia, perdiendo con Puerto Rico. En semifinales se encontraron con la penúltima Yugoslavia, que tenía la mejor selección de su historia y allí acabó la aventura, aunque lograron el bronce.
No me resisto a citar parte de esa selección plavi: Petrovic, Divac, Kukoc, Paspalj, Komazec, Zdov, Obradovic, Cutura...

EEUU tenía que recuperar su orgullo, demostrar su superioridad en el baloncesto, demostrar quiénes eran los inventores de esto. No iban, pues, a conformarse con llevar un equipo competitivo que ganara a sus rivales. No: iba a llevar el mejor equipo posible para pasar por encima de todos. No fue fácil, pero así se hizo. Lo difícil fue que aceptaran acudir a Barcelona las principales figuras, no arrasar a sus rivales. Mucho se ha rumoreado sobre los problemas para conjuntar el equipo: que si a Jordan le tuvo que convencer Nike (llevaba 2 anillos a estas alturas y ya había ganado el oro olímpico en 1984), que si varios jugadores (especialmente Karl Malone) no querían compartir cancha con Magic Johnson , uno de los precursores de la creación del equipo y que había anunciado su retirada por estar infectado del VIH, etc. También el COI aceptó alguna de las "propuestas" del dream team, como fueron no residir en la Villa Olímpica y sí en un hotel de lujo, o no someterse a control antidóping alguno (como era obligatorio para el resto de deportistas), dando por buenos los presentados por la NBA.

Y así fue como este equipo, con parada para ir conjuntándose en el Torneo de las Américas, desembarca en julio de 1992 en Barcelona. Un equipo formado por Magic Johnson, John Stockton, Michael Jordan, Clyde Drexler, Chris Mullin, Larry Bird, Scottie Pippen, Charles Barkley, Karl Malone, Patrick Ewing y David Robinson. A ellos se les añadió un jugador universitario, y este fue el considerado mejor de la temporada, Christian Laettner. Laettner, que ya había estado dos años antes en Argentina con un papel modesto, había crecido como jugador y había guiado a su equipo (la mítica universidad de Duke) a ganar el torneo nacional en 1991 y 1992. Sin embargo, no llegó a desarrollar un papel en la NBA como se esperaba, quedándose en un buen jugador sin más, por lo que todavía (20 años más tarde) esa elección recibe críticas. Más que por él, porque le quitó la plaza a "una bestia" de la que todos hablaban: un prodigio físico llamado Shaquille O'Neal, y que sería el gran dominador de la liga profesional en la era post-Jordan. Hay quien afirmó que se hizo esta elección para aumentar el número de jugadores blancos; Barkley, por su parte, explicó que era para que alguien les llevara las maletas.

Resumiendo, posiblemente los 11 mejores jugadores del mundo iban a jugar en un mismo equipo. Fuera de ellos, quizá sólo reunían los méritos suficientes para estar allí Olajuwon porque era nigeriano (aunque luego se nacionalizaría y la FIBA haría una bochornosa excepción para dejarle jugar con USA en uno de los sucedáneos de dream team), Dominique Wilkins que anduvo lesionado la mitad de esa temporada o Isiah Thomas, al que se comenta que vetó Jordan. Como entrenador, un tipo con apariencia de duro: Chuck Daly, quien había guiado a los Pistons en su época dorada.

                                                      Final: Petrovic vs Jordan
Poco suspense hubo para ver quien ganaría el oro, desde luego. El DREAM TEAM encadenó una tras otra ocho victorias aplastantes, ocho partidos de exhibición repletos de contraataques de 3-4 jugadores contra uno o ninguno, de mates de concurso sin oposición, de pases inverosímiles, concursos de triples, etc. resultando curioso que los jugadores de todos los equipos al final del partido buscaban hacerse fotos con los jugadores estadounidenses. La diferencia, todavía, era abismal con "los mortales". Diferencia que poco a poco iría en descenso hasta que 10 años después la mítica Argentina, que en el presente da sus últimos coletazos, logró ganar en Indianápolis (otra vez Indianápolis) a una selección con jugadores NBA; ejemplo que siguieron en el mismo torneo Yugoslavia en cuartos de final y España en la lucha por el 5º y 6º puesto.

Pero en Barcelona, entre las continuas expresiones y onomatopeyas de admiración de un público entregado, los jugadores USA se pasearon por el Pabellón Olímpico de Badalona. Quizá sólo hubo un momento de algo parecido a la emoción. En la final contra Croacia, los europeos lograban empatar a poco más de 20 puntos tras un mate del "genial" Franjo Arapovic, aquel jugador al que su entrenadoR Mirko Novosel le decía, "Franjo, tienes que pensar con la cabeza y empujar con el culo; y no al revés, como haces siempre". Además, tenía un tiro libre adicional que anotaba: Croacia estaba por delante. ¿Qué ocurriría... pues que TVE cortó la emisión del partido para poner en directo la ceremonia de la entrega de medallas para los triunfadores en el 1.500 ml, donde había ganado Fermín Cacho. Cuando todo terminó regresaron al baloncesto y EEUU ganaba por casi 15 puntos. Por supuesto, no paré de blasfemar durante los 20 minutos que duró "la broma".

Como anécdota, puede decirse que el dream team no se vengó directamente de los rivales que les habían ridiculizado en citas anteriores. Destrozaron a Brasil, sí; pero no pudieron hacer lo mismo con la URSS o con Yugoslavia, que habían desaparecido políticamente. Lo hicieron de manera parcial ganando a Lituania en semifinales y a Croacia en la final, que eran parte de aquellas. También se encontraba en el torneo la CEI (Comunidad de Estados Independientes) formado por un conjunto de repúblicas exsoviéticas antes de que estas comenzaran a presentar sus selecciones en futuras citas,  y que puede considerarse lo más parecido al viejo enemigo soviético, pero el cuadro hizo que no llegaran a enfrentarse.
                                               Algunas jugadas del Dream Team

Aparte de por el deslumbrante paseo del irrepetible equipo norteamericano, el torneo también tuvo más historias que contar. Fue el torneo del "angolazo", ese partido en el que España perdió con Angola de 20, equipo del que se "vengaría" ganándole por 3 puntos (y muchísimos más de sutura) en el bronco partido por el puesto 9º a 10º ,de 12 que había. Algunos todavía sueñan con Jean Jacques Conceiçao. También fue el primer torneo en el panorama internacional para dos selecciones para las que el baloncesto era quizá el deporte más importante: Croacia y Lituania. La suerte quiso que el partido por el tercer y cuarto puesto enfrentara a Lituania y la CEI (que perdió la semifinal por un punto con Croacia), ganando los lituanos en un partido bastante ajustado. Era la mejor reivindicación para un país que nunca había querido formar parte de la URSS, pero que siempre había comprendido las "razones expuestas por Stalin y sus sucesores". Su principal figura, Sabonis, no subió a recoger la medalla: no pudo superar la resaca que tenía, por lo que no hizo acto de presencia en el acto que cerraba el torneo. Oficialmente, se anunció que tenía indisposición.

20 años ya de esto y me vienen a la mente imágenes y más imágenes de esos últimos días de julio y principios de agosto. Quizá lo más sorprendente de ese equipo, visto con la perspectiva del tiempo, es cómo se conjuntaron y formaron realmente un EQUIPO en la cancha, en vez de ir cada uno por su cuenta. Recuperando partidos de ellos, nos damos cuenta de la siguiente máxima: Sólo ha habido un DREAM TEAM.